Muchas veces pensamos en mudarnos de vivienda o trabajo y no hacemos una buena limpieza de papeles, ropa, objetos que ya no usamos y tal vez ni sabemos que tenemos guardados.
La excusa perfecta, me voy a mudar en breve, cuando me cambie de casa ya lo haré.
¡Error! En más de una ocasión me he encontrado con clientes que se han cambiado de casa y han empezado a empaquetar cosas diciendo que ya lo revisarán en la nueva vivienda. Es la pescadilla de que se muerde la cola, ¿no crees?
Intenta llevarte sólo lo que te guste, necesites, te sientas identificado/a y realmente quieras mantener.
Hay cosas que nos pueden recordar momentos tristes; facturas que ya han pasado su tiempo establecido y Hacienda ya no nos las pedirá jamás; trajecitos de bebés, no de nuestros bebés si no de cuando nosotros éramos bebés que nunca, nunca, nunca, se lo pusimos a nuestros hijos; y trastos que acumulamos en los cajones de la cocina que no llegamos a estrenar cuando lo recibimos por Amazon.
Estos son sólo unos ejemplos que normalmente suele pasar.
En Feng Shui, el Vacío, tiene un significado especial.
Quiere decir que cuando te decidas hacer “limpia” en un mueble, armario… saca todo, absolutamente todo lo que atesores en su interior. Empieza a revisar pieza por pieza y decide su futuro.
Te pongo un ejemplo para que lo tengas un poco más claro.
Si pretendes limpiar ese cajón del mueble de la entrada que tantas veces abres para poner papeles, facturas, listas de la compra, gomas del pelo, objetos que no sabes dónde poner en ese momento, vacía por completo su interior y comienza a revisar todo lo que sirve (ponlo en un lado) y todo lo que tienes que tirar (directamente a una bolsa de basura). Posiblemente aparezcan tornillos, mecheros, llaves antiguas, publicidad, … recoloca lo que necesitas y deshazte del resto.
Acostumbra a buscar un sitio para cada cosa y así no tendrás esparcidos objetos iguales por distintas partes de la vivienda.
Si tienes una biblioteca, no tengas acumulados los libros en tu mesita de noche o en la mesa auxiliar del salón. Vuelve a colocar los libros en la librería, así no tendrás nunca duda de dónde está tu obra maestra.
Recuerda que si te cambias de casa, en la mudanza, no lleves ningún objeto que no te guste a tu nuevo hogar.